By Victoria Smith | June 20, 2025
It’s Stephen Fry, not JK Rowling, who’s been radicalised.
“Es Stephen Fry, no J.K. Rowling, quien se ha radicalizado.”
Mi hijo pequeño tiene versiones en audio de todos los libros de Harry Potter. Dadas las declaraciones públicas de cierto personaje, he empezado a encontrar esto problemático. Cierto, una puede separar el arte del creador, pero a veces las creencias despreciables de este último contaminan al primero. Este es el caso con el actor Stephen Fry cuando lee las obras de la brillante y honesta escritora J.K. Rowling.
Hay algo en la forma en que remeda a cada personaje femenino, desde Hermione Grainger hasta Dolores Umbridge, que apesta a misoginia. A la vista de Fry, la forma de sonar como una mujer es hacer sonidos agudos, lastimeros y empalagosos, tenga lo que tenga que decir.
No le he prohibido a mi hijo que los escuche pues los libros siguen siendo geniales. De todos modos, cada vez que escucho a Fry predicar, recuerdo el poema de Liz Lochhead “Los hombres hablan”: “Las mujeres cotorrean / Las mujeres divagan y divagan / Los hombres hablan”.
Y si las mujeres seguiremos hablando, parece que lo menos que pueden hacer es mantener la boca cerrada respecto a cuestiones peliagudas como su propia existencia en la ley. Fry se ha convertido en el último autoproclamado hombre racional en expresar pesar por la participación de Rowling en los debates actuales sobre sexo y género. Hablando al podcast de The Show People, Fry, un hombre que una vez les dijo a las víctimas de violencia sexual que “maduraran” y dejaran de “autocompadecerse” tanto, cree que Rowling, una mujer que gasta su dinero en ayudar a tales víctimas, se ha vuelto “inhumana” y “socarrona”. Además, según él, a lo mejor no puede evitarlo.
"Me temo que se ha radicalizado", dijo en el podcast. "Quizá por las terfas, pero también por los improperios que lanzan contra ella". Añadió: "Me temo que parece ser una causa perdida para nosotros".
¡Oh, no! ¡Otro débil cerebrito de mujer destruido por la “radicalización”!
El espectro de la “mujer radicalizada” ha aquejado la guerra de los sexos durante años. Cuando usuarios de Mumsnet empezaron a cuestionar el impacto de la ideología de género en los derechos de las mujeres, dio lugar a una tromba de artículos de supuesta preocupación sobre esas pobres y aburridas madres, con sus cerebros ñoños de carcamán intoxicados por ideas tan horripilantes como “sólo hay dos sexos” y “las crías no conformes a su género no necesitan que les cercenen sus pechos”.
En su artículo de 2021, “El camino hacia la Terfdom” (terfdom es la facultad de mantener opiniones terfas)”, la periodista Katie JM Barker decía querer saber “por qué tantas madres de Mumsnetters […] se sintieron confortadas por una perspectiva desfasada e intolerante sobre el género”. Escribió que “muchas de las valedoras escribieron sobre sentirse otra vez marginadas y aisladas tras dar a luz por primera vez”. Siendo así, “organizándose en torno a esta cuestión tabú […] sintieron solidaridad y una forma de dar sentido a sus vidas que les faltaba en sus experiencias posparto”.
Sí, así es. Las mujeres de Mumsnet empezaron a pensar que las reclusas no deberían compartir celda con violadores ya que estaban hartas de ver el enésimo episodio de “En el Jardín de los Sueños”. No es como si estas mujeres pudieran llegar al punto de creerse las cosas que se creyeron al investigar todas las historias que los transactivistas les describieron y encontrarlas, en el mejor de los casos, disparatadas y, en el peor, infames.
En la versión de Fry de la afrenta “mujer radicalizada”, se insinúa que Rowling ha sido arrastrada a los extremos no por el aburrimiento doméstico, sino “por los improperios que lanzan contra ella”. Parece que son los improperios lanzados por transactivistas tras su entrada del blog de 2020 sobre sexo y género, lo que sugiere más bien es que la Rowling de 2020 ya no se considera radicalizada — no es que los que sugieren esto ahora le mostraran mucho apoyo entonces. En cualquier caso, Fry evita tocar ni un solo argumento de Rowling de entonces o de hoy. Al contrario, el hecho mismo de que haya sufrido un abuso tan espantoso se utiliza como evidencia, no de que quienes la atacan sean sectarios, sino de que ahora ella es “una causa perdida”.
El colmo de la ironía del oprobio "radicalización" es que nadie necesita radicalizarse para creer las cosas que todos en la tierra creían hace diez años. Es un tanto macabro a la vez que gracioso pensar que las feministas descorchando una botella de champán se alzan como ejemplos de fanatismo con el coco comido, mientras que los hombres que salen a las calles pidiendo su muerte sólo debe entenderse como si hubieran llevado las cosas un poco lejos en nombre de una causa justa.
Dudo que el Stephen Fry que grabó los libros de Harry Potter pudiera haber predicho que algún día estaría al lado de esos hombres. Pera esa misoginia de poca monta de Fry siempre lo hizo vulnerable a la radicalización. A lo mejor hay vuelta atrás, pero mi impresión es que todavía le queda mucho.