Cómo Jaguar se convirtió en un vehículo para el idiotismo LGBT.
5th December 2024
“Cómo Jaguar se convirtió en un vehículo para el idiotismo LGBT.
Los ejecutivos fueron persuadidos para apartarse de sus clientes tradicionales para aplacar a una minúscula camarilla de influencers.”
El lanzamiento esta semana del nuevo concepto de coche eléctrico de Jaguar fue, como era de esperar, eclipsado por el anuncio que lanzó hace unos días.
El comercial de Jaguar fue el blanco de mofa, y merecidamente. Su casting de miserabilistas parecía haber salido de un Instituto para el radicalmente neurodivergente, antes de desvalijar contenedores para conseguir cosas random que ponerse. "No copiar nada", reza el eslogan.
La campaña fue tan demencial que tentaba a asumir que era una broma o un accidente. Algunos de los fans de la compañía hicieron todo lo posible para poner por delante que el anuncio era tan sólo artificios para generar cobertura. Ojalá eso fuera cierto. Se trataba de la culminación de una campaña de una década para engalanar una marca clásica británica por parte del cada vez más chalado lobby LGBT.
Una pista de esto se puede ver en una crítica tremendamente positiva del anuncio en la revista LGBT Attitude. El mismo artículo también reveló que el editor de la revista, Darren Styles, figuró entre un grupo selecto de periodistas que presenció un avance del coche antes de su lanzamiento oficial.
Puede parecer sorprendente que una insignificante revista LGBT (con una tirada tan baja que no publica cifras) haya sido invitada a un evento comercial ultrasecreto de una importante marca de automóviles. Pero no debería ser así, porque, por casi una década, Attitude y su propietario han guiado a Jaguar en un arriesgado giro lejos de sus clientes tradicionales y hacia la comunidad LGBT.
La campaña "No copiar nada" parece haber tenido un primer testeo en octubre de 2021, cuando Jaguar probó colores vibrantes y eslóganes absurdos en anuncios a la medida para los lectores de Attitude. Un anuncio tenía una foto nada especial de un Jaguar
F-Type naranja en un fondo naranja más brillante, con el aburrido eslogan "Vivir Ruidosamente". La empresa de investigación de mercado Kantar afirmó que estaba "clasificado entre los mejores anuncios del Reino Unido de todos los tiempos". Esto puede o no tener algo que ver con el hecho de que Kantar está abiertamente alineado con el lobby LGBT, insistiendo en los últimos tiempos que "la alianza solidaria de la marca con LGBTQ+ es más necesaria que nunca".
Sea como fuere, la supuesta eficacia del anuncio Attitude de Jaguar fue música para los oídos del director de marketing de la compañía, Anthony Bradbury. En diciembre de 2021, le dijo a Marketing Week que la comunidad LGBT sería la nueva orientación de Jaguar. "Hemos visto una sinergia muy buena entre el público [de Attitude] y nuestra marca", dijo. Acto seguido dijo que el anuncio encerraba el lema del fundador de Jaguar, William Lyons: "Jaguar debe ser una copia de nada". ¿Os suena?
Eso fue sólo el principio. En 2022, el responsable de relaciones públicas globales, Ken McConomy, dijo en un acto organizado por la revista de relaciones públicas PRWeek que los lectores de Attitude eran "la audiencia correcta" para la industria.
Resumiendo su entrevista con McConomy, PRWeek observó: "En el pasado, Jaguar fue una marca británica desfasada... Hoy, uno de sus asociados clave mediático es la revista Attitude". No exagero. De acuerdo con Jaguar, Attitude ha sido un "socio orgulloso" desde 2016, el mismo año en que la revista fue adquirida por el editor y fanático de los coches Darren Styles, que también solía publicar las publicaciones internas de Jaguar.
En un año, Attitude ya producía soporte de contenido de video LGBT con el logo de Jaguar. Esto incluía una serie de entrevistas, sobre todo con famosos LGBT, llamada “En el asiento trasero”, que se realizó en un Jaguar. En 2019, la alianza celebró el lanzamiento de una nueva serie de drag queen. Se llamó Jag Race, porque, por supuesto, lo fue.
La website de Jaguar en la actualidad cuenta con entrevistas con diseñadores y artistas LGBT con la inscripción 'Jaguar y la revista Attitude se han asociado para impulsar las historias innovadoras de reputados creativos queer que viven sin complejos en sus ámbitos creativos’.
Parece que toda esa propaganda LGBT se les ha subido a la cabeza a los peces gordos de Jaguar. El año pasado, el director ejecutivo Adrian Mardell se convirtió en el "primer gerente general aliado" en recorrer el desfile del Orgullo Gay de Birmingham. Este año, apareció en los Premios LGBT británicos para recibir el premio al Aliado Empresarial del Año. Su discurso de agradecimiento instó a los asistentes a "asegúrate de mirarte al espejo y decir: Te quiero". Créeme, Adrian, nadie en ese público necesitaba que lo animara a mirarse al espejo.
Un elemento fundamental de la asociación entre Jaguar y Attitude era el espléndido patrocinio de la compañía automovilística de los Premios Attitude organizados anualmente por la revista (que, por lo visto, son del todo diferentes de las innumerables galas de premios con temática LGBT que colma el calendario "queer").
En los premios de este año, el director de la marca Jaguar, Santino Pietrosanti, dejó claro que la compañía compartía la misión del lobby LGBT de cambiar la forma de pensar y comportarse del público. Pietrosanti prometió que Jaguar "seguirá adelante" en temas de equidad, diversidad e inclusión, enfocándose no sólo en "nuevos vehículos", sino también en "nuevas formas de pensar".
Olvidemos por lo pronto si es tarea de un fabricante de coches cambiar cómo pensamos sobre algo más que no sean sus productos. Primero debemos preguntarnos lo siguiente: ¿cómo cree Jaguar que deberíamos pensar nosotros, el populacho? Attitude les ha dicho a los jefazos de Jaguar que el pensamiento "correcto" es lo que dice el lobby LGBT. Ahora bien, este consejo ha estado lejos de estar basada en la evidencia o con un punto de vista neutral.
Darren Styles, en concreto, ha estado implicado en una salvaje campaña online contra cualquier mujer que alza la voz en contra de la interpretación más extremista de los "derechos trans". Por ejemplo, ha llamado a JK Rowling "propagadora de odio" y la ha culpado de "poner en riesgo" a los sujetos que se autodeclaran trans por "el uso incorrectos de sus pronombres”. También pidió que el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, sancionara a su exdiputada, Rosie Duffield, por sus creencias críticas con el género. Hace poco desvarió sobre la prohibición del NHS de los bloqueadores de la pubertad, denunciando de paso al secretario de salud Wes Streeting (también gay). Igualmente ridiculizó al exdiputado gay Neale Hanvey cuando se opuso públicamente en contra de la prohibición de la "terapia de conversión trans". Llamó a Allison Bailey, una lesbiana negra, "una persona horrible", alentando a la gente a no donar a su crowdfunding (campaña de financiación colectiva) para un caso de discriminación. Todo esto significa que Jaguar —una empresa automovilística— prácticamente ha estado respaldando a una de las partes en una guerra civil por los derechos de los homosexuales.
Va a peor. Cuando Anneliese Dodds, ministra de la Mujer y la Igualdad, prometió defender los espacios de mujeres segregados por sexos, Styles dijo que estaba ansioso por ver a "las mujeres autoidentificadas hombres con barba y el culo peludo yéndose de vareta en el cubículo de al lado [de ella] para que se sintiera segura". Esto es lo que parece que pasa ahora por "progresista" en el lobby LGBT.
Ninguna de estas airadas acusaciones les provocó un momento de reflexión a Jaguar. Ni lo ha hecho la propia producción de Attitude. Cuando la "drag king" Chiyo Gomes, una mujer, fue nominada como finalista en Mr Gay Inglaterra en 2020, la revista la citó con satisfacción cuando declaró: "Tengo el período una vez al mes, hablo abiertamente sin reparos sobre cómo sangra mi coño y eso hace que sea difícil navegar por los espacios como hombre homosexual". Fascinante.
Attitude también le entregó el año pasado al transactivista Dylan Mulvaney su premio Mujer del Año. Al aceptar el premio esa noche, dijo: 'No importa cuánto me esfuerce, o lo que me ponga, o las cirugías que tenga, jamás alcanzaré una versión aceptable de feminidad conforme con los criterios de esa gente odiosa". Tienes razón, Dylan, nada de eso te convertirá en algún momento en una mujer.
Que los ejecutivos de Jaguar hayan visto adecuado estampar el logo de su empresa sobre este tipo de extremismo LGBT indica que han perdido la capacidad de pensar por sí mismos. Es este grooming (acicalamiento) de Styles y Attitude lo que explica la decisión de Jaguar de ir tras el zoo LGBT e ignorar a la ciudadanía en general. La actitud furibunda y farisea del lobby LGBT encontró su perfecta expresión en ese bizarro anuncio de "No copiar nada".
Queda por ver si el nuevo coche eléctrico de Jaguar sale mal como resultado de todo esto. No sería sorprendente que el público tradicional de Jaguar —la gente que de hecho compra sus coches— deje la empresa como respuesta a toda esta insufrible apariencia de virtud. Después de haberse doblegado con gusto a la causa trans, eso sería lo menos que Jaguar se merece.